sábado, 13 de junio de 2009

El secreto Profesional ¿Mito o Realidad?

El secreto profesional es la obligación legal que tienen ciertas profesiones de mantener en secreto la información que han recibido de sus clientes. Al contrario de lo que ocurre con otros tipos de deberes de confidencialidad, el secreto profesional se mantiene incluso en un juicio.
Entre estos profesionales, cabe citar como casos más típicos el abogado, el médico, el psicólogo o el periodista. Sin embargo, también puede haber otros casos de asesores o servicios que tengan ese tipo de obligación, como por ejemplo los asesores fiscales (a veces incluidos dentro de los abogados) o las compañías de seguros.
Existen tres clases de secretos:
1. El secreto natural es independiente de todo contrato, se extiende a todo lo que, ya sea descubierto por casualidad, por investigación personal o por confidencia, y no puede divulgarse. Aunque el depositario del secreto no haya prometido guardar secreto, ni antes ni después de habérsele manifestado el hecho o de haberlo descubierto, está obligado a callar, en virtud del precepto moral que prohíbe perjudicar a los demás sin motivo razonable.
2. El secreto prometido nace de un contrato, de la promesa de guardar silencio después de haber conocido el hecho, ya sea por casualidad, por investigación personal o por confidencia espontánea o provocada. Un mismo secreto puede ser a la vez natural y prometido. Será natural cuando la cosa de suyo requiera sigilo, pero si además va acompañado de una promesa, también será prometido.
3. El secreto confiado también dimana de una promesa explícita o tácita hecha antes de recibir la confidencia de lo que se oculta. Se le comunica que previamente ha prometido, expresa tácitamente por la razón de su oficio o al menos de las circunstancias, guardar silencio, y le es participado lo que se mantenía oculto, añadiendo que se le revela confiado en su promesa bajo el sello del secreto. El secreto pasa entonces a ser estrictamente confidencial o profesional; confidencial, cuando la confidencia se ha hecho a un hombre que está obligado por razón de su oficio a prestar ayuda o a dar consejo. Profesional cuando se ha confiado, ya de palabra, ya en sus acciones, a un hombre a quien su profesión obliga a asistir a los demás con sus consejos o cuidados, por ejemplo: abogado, contador, médico, sacerdote, consejeros de oficio. *Información recolectada de Wikipedia – La enciclopedia libre.

Considero que luego de esta descripción, sería interesante plantear el secreto profesional en el rol de la secretaria Como secretaria nos vemos un ámbito en el cuál nos toca ser partícipes de información de distinta índole.

¿Qué importancia tiene guardar esta información?

Muchas veces quizás es tanta la información con la cuál nos encontramos, que hasta no llegamos a dimensionar la importancia de mantener al resguardo dicha información.

A veces un simple comentario con una colega, un compañero de trabajo, puede generar momentos de tensión e incluso desconfianza por parte de nuestros jefes si es que llega el comentario a sus oídos.

La base de nuestra profesión es la confianza, es el resguardo de la imagen de nuestro jefe, de la información que llega a nuestras manos.

Alguien dijo alguna vez que cuando uno emite un comentario y luego pasa de boca en boca cuando llega al final del camino se convierte en una pelota de nieve que incluso puede llegar a aplastarnos. Toda palabra fuera de lugar, comentario, etc. Puede jugarnos en contra en nuestra profesión.

Hay informaciones que pueden perjudicar a la empresa, a nuestros jefes, a nuestros compañeros de trabajo. Cuando una adquiere esta profesión sabe que la principal cualidad que un jefe o una compañía busca es la discreción, la ética profesional debería ser nuestro primer objetivo a cultivar en nuestras vidas.

Todo lo que no suma, resta. No dejemos que se nos resten “puntos” de confianza. Podemos tener una carrera profesional exitosa, un cv lleno de cursos, estudios, etc, pero si no contamos con la ética profesional no nos sirve de nada.

Insto a cada una de mis colegas a cultivar esta virtud, si queremos llegar a ser las “mejores” necesitamos hacer una revisión de las virtudes que queremos formar en nuestras vidas tanto personal como profesionalmente.

María Sol Conde
Directora MSC SOLUTION

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